Considerar árabe, musulmán y moro como sinónimos es sólo uno de los múltiples y más comunes errores. Tanto o más grave es la imagen distorsianada de lo árabe y lo islámico que se ha producido y difundido por siglos desde Occidente.
dimecres, 4 de febrer del 2015
Legitimidad y Yihad (como Guerra Santa)
En la misma línea que lo apuntado en la anterior entrada, una de las disputas entre ISIS (o DAESH, o Estado Islámico, supuesto califato) es acerca del concepto, capacidad de decretar, organizar y dirigir la yihad (y el califato). Si la ideología e interpretación del islam (incluyendo la definición de quien es musulmán y la concepción y puesta en práctica de la sharia) en el fondo es la misma (el wahabismo), Arabia Saudita considera (y ahí también se introduce la cuestión de cómo legitimar su Estado y la monarquía, por tanto entramos en la esfera de la teología política) que no existe nadie legitimado para proclamar ni el califato ni la yihad y, por tanto, ambos están en suspenso y al-Bagdadi no dispone de legitimidad alguna. En todo caso, al contrario de lo que entienden muchos de los islamistas que siguen el alegado califato, según los gobernantes y ulemas oficiales, Arabia Saudita y su monarquía serían gobiernos no solo islámicos sino plenamente legítimos y, en consecuencia, no pueden ser atacados bajo la cobertura de la yihad.
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