Algunos lugares comunes están siendo cuestionados por la investigación podríamos llamar directa, de carácter antropológico o sociológico. Sin embargo, como podrán advertir en el siguiente artículo, todavía pesa mucho -¿podría ser de otra manera?- cierto apriorismo, la conciencia marcada de un nosotros opuesto al ellos y la supuesta necesidad política de actuar violentamente para defender los propios intereses, de hacer el mal para lograr un bien -lo que no se cuestiona, pero sí la visibilidad de éste, pues puede resultar en dar armas al enemigo.
Véase http://www.elpais.com/articulo/portada/mente/terrorista/elpeputec/20100926elpepspor_8/Tes
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